NUESTRAS HERRAMIENTAS

SONIC DROPS

Cómo desarrollamos un sillón de descanso profundo que aumenta la productividad de las personas, acomodándote en una posición de cero gravedad y relajando tu cuerpo con calor, sonidos de frecuencias combinadas, colores y vibraciones.

Cómo logramos crear un descanso placentero para mejorar la productividad

Junto a Claudia Wrobel, fundadora de Neurotechnia, creamos el 2017 Sonic Drops, una cabina que genera una reponedora experiencia auditiva y táctil para reducir la ansiedad, el estrés y los dolores de quienes se sumergen en ella.

Antes de la pandemia el índice de ausentismo laboral en Chile era un 50% superior al promedio del de los países miembros de la OCDE. Se encontraba entre los mayores del mundo y había pasado, en menos de una década, de ocho a más de catorce días.

Frente a esta situación, los empleadores se vieron obligados a asumir una serie de costos que no se relacionan solo con el hecho de que los trabajadores dejen de producir durante su ausencia, sino que también con el consecuente pago de horas extras a reemplazantes, la reprogramación de la producción, la sobrecarga en el resto del equipo y la reducción de la productividad.

Con estos antecedentes, Claudia Wrobel, emprendedora y terapeuta que se dedicaba a mejorar la calidad del descanso y a la relajación de las personas se acercó a nosotros. Ella atendía a sus pacientes en una consulta privada, en sesiones que incluían el uso de sonido, del calor y de una cama confortable como principales elementos terapéuticos. 

De la mano de un fondo CORFO que se había adjudicado en 2017, Claudia nos buscó para que la ayudáramos a crear un producto que integrara todos estos elementos. Teníamos plazos muy acotados para el desarrollo (¡solo cuatro meses!) y un mermado presupuesto, pues ella ya había invertido parte de los recursos en un proveedor anterior.

Con la ansiedad de ver su sueño amenazado, comenzamos a funcionar a toda máquina. El primer paso fue generar las bases para un trabajo de co-creación. Partimos con entrevistas y nuestro equipo de ingeniería se enfocó en comprender a cabalidad el funcionamiento de esta terapia, para imaginar también las funcionalidades deseadas. Continuamos con un exhaustivo levantamiento del estado del arte, para luego definir las tecnologías y su viabilidad.

Así, empezamos a desarrollar los primeros mockups y prototipos. Finalmente, apuntamos a una cabina de descanso que incorporara bio-resonancia. Esta técnica está asociada al principio de la denominada “resonancia simpática”, que explica cómo el cuerpo resuena, se afina y se recalibra recibiendo sonidos y vibraciones. Es una experiencia auditiva y táctil que se siente en todo el cuerpo, provocando un verdadero masaje interno de sonido que genera numerosos beneficios para la salud.

Una vez realizada la construcción y las pruebas funcionales de la cabina, Claudia  comenzó un intenso programa de validación con usuarios a través de su empresa -Neurotechnia-. Más tarde, corroboró los beneficios mediante estudios de productividad con la Universidad de Chile y el Instituto de Neurociencia Biomédica (BIN).